NUESTRA HISTORIA

Todo comenzó en un barrio humilde, donde un grupo de amigos soñaba con jugar al fútbol. En la calle Balcarce, estos chicos encontraron en un vecino, conocido como "Juancito" Aguirre, el apoyo que cambiaría el rumbo de sus vidas y daría inicio a una historia memorable.

Con entusiasmo y algo de timidez, los chicos decidieron acercarse a Juancito, quien poseía un rastrojero verde con una caja de madera, el único medio de transporte disponible en el barrio. Su petición era sencilla pero significativa: que los llevara a jugar al fútbol. Aunque esperaban una negativa, Juancito, con su espíritu solidario, aceptó de inmediato, mostrando su generosidad y disposición a apoyar los sueños de los jóvenes.

No estaba solo en esta travesía. Con el respaldo incondicional de su amigo "Tito" Espinosa, Juancito comenzó a acompañar a los chicos a partidos y entrenamientos, ayudando a dar forma a lo que hoy conocemos como Stoecklin. Así, a finales de los años setenta, se plantaron las primeras semillas de una historia que ha dejado una marca profunda en el fútbol infantil de nuestra ciudad.

Desde entonces, Stoecklin no solo ha sido un espacio para jugar al fútbol, sino también un lugar donde se cultivan valores como la solidaridad, el trabajo en equipo y el esfuerzo. Todo gracias al amor por el deporte y al compromiso de un vecino que creyó en el potencial de su querido barrio Stoecklin.

Cancha Quilmes "Villa Allende"